GUÍA DE ATENCIÓN A LAS PERSONAS CUIDADORAS
El cuidado familiar de las personas dependientes constituye un reto social de primer orden y un problema que va en aumento, en cuanto que genera un incremento notable y progresivo de la responsabilidad de la familia de proporcionar ayuda y asistencia, día a día, durante un período de tiempo habitualmente muy prolongado, a un familiar en situación de fragilidad, no existiendo precedentes en la historia de nuestro país (expectativa de vida, descenso de la natalidad, población envejecida) de esta nueva condición, que se impone cada vez más sobre la vida de las personas cuidadoras principales y el resto de la familia, con el consiguiente impacto físico y psicológico sobre sus propias vidas. En la mayoría de las familias es una única persona la que asume la mayor parte de la responsabilidad de los cuidados: la persona cuidadora principal. La mayoría son mujeres y, si bien los hombres participan cada vez más en el cuidado de las personas mayores, generalmente como ayudantes de las cuidadoras principales, ocho de cada diez personas que están cuidando a un familiar mayor son esposas, hijas y nueras, desempeñando su rol de género.