Promover mediante vibraciones la curación de heridas difíciles
Ciertas heridas, difíciles de cicatrizar y que tienden a reabrirse de manera crónica, pueden curarse de manera más rápida y duradera si se exponen a ciertas vibraciones de muy baja intensidad. Así lo han constatado unos científicos de la Universidad de Illinois en la ciudad estadounidense de Chicago. Su hallazgo, hecho en ratones, podría ser una esperanza para millones de personas de todo el mundo que padecen diabetes tipo 2, especialmente en los casos en que sufren de úlceras en los pies. Estas heridas tardan mucho en curarse y pueden convertirse en crónicas o empeorar rápidamente.
La investigación comenzó a raíz de que Timothy Koh, profesor de kinesiología y nutrición en la Universidad de Illinois, se sintiera intrigado por los resultados de ciertos experimentos en la Universidad de Stony Brook en Nueva York. En tales experimentos se consiguió acelerar la regeneración ósea mediante señales de muy baja intensidad. Esa nueva técnica ya se encuentra en la fase de ensayos clínicos para verificar si las vibraciones de ese tipo pueden mejorar sin efectos secundarios severos la salud de los huesos y prevenir la osteoporosis.
Koh, Eileen Weinheimer-Haus y William Ennis, de la Universidad de Illinois, colaboraron con Stefan Judex, de la de Stony Brook, para investigar si la misma técnica podría mejorar la curación de heridas en personas con diabetes.
Las vibraciones empleadas son de baja amplitud y apenas perceptibles mediante el sentido del tacto.