Cáncer y accidentes en centrales nucleares
El accidente nuclear ocurrido en la central nuclear de Chernóbil en 1986 expuso a cientos de miles de personas a altos niveles de radiación ionizante. En los años inmediatamente posteriores al desastre, aumentó en unas cien veces la cifra de casos de cáncer papilar tiroideo en pacientes de la zona que eran niños cuando se desencadenó la explosión de la central nuclear.
La exposición de una parte importante de la población infantil local a la radiación ionizante por culpa de la catástrofe nuclear de Chernóbil incrementó de manera abrupta la incidencia de cánceres de tiroides clínicamente significativos, en comparación con el porcentaje de casos acaecidos en las mismas regiones de Belarús (o Bielorrusia) y Ucrania antes del accidente. Hacia 1995, la incidencia de cáncer de tiroides en niños se había incrementado a 4 casos cada 100.000 niños por año, mientras que antes de la catástrofe nuclear era de entre 0,03 y 0,05 casos cada 100.000 niños por año.
El riesgo fue mayor en aquellos individuos que fueron expuestos a la radiación a edades más tempranas.