Grasas, bilis, flora y cáncer
El cáncer es aún una de las enfermedades más terribles. Una gran cantidad de recursos e inteligencia se han dedicado a la lucha contra esta dolencia, lo que ha posibilitado algunos logros importantes hacia su curación. Sin embargo, si importante es curar el cáncer una vez declarado, más importante aún es evitar que aparezca en primer lugar. La prevención del cáncer es, sin duda, una estrategia más juiciosa que intentar curarlo una vez aparecido.
Para prevenir el desarrollo de una enfermedad, conviene conocer sus causas. Hoy está claramente establecido que el cáncer es una enfermedad genética. Solo puede producirse si se generan mutaciones en algunos genes importantes para el control del crecimiento o de la muerte celular. Se sabe que existen numerosas sustancias o factores carcinógenos, todos los cuales, de una manera u otra, acaban por modificar químicamente al ADN y producir mutaciones. Evitar el contacto con dichos factores promotores de cáncer es, por tanto, primordial para evitar desarrollar un tumor.